En un mundo globalizado, donde la economía se vuelve cada día más compleja y algunos procesos empresariales son cada vez más engorrosos, es fundamental enfocar los esfuerzos en los objetivos misionales de las compañías. Delegar procesos de apoyo o soporte a empresas especializadas es una decisión estratégica.

La contratación de un Outsourcing Contable y/o de nómina es la mejor opción para disponer de información contable, financiera, tributaria y administrativa de manera oportuna, con calidad y, lo más importante, suficiente para la toma de decisiones del gerente, socio o dueño de la compañía. Tercerizar implica confiar la administración de un proceso tan crucial como el contable a una firma especializada como ACE Consulting S.A.S. Nosotros nos encargamos de llevar adelante dicho proceso, cumpliendo a cabalidad con las obligaciones legales y tributarias de la compañía y satisfaciendo plenamente los requerimientos del cliente.

Contar con un buen asesor contable es valioso para tu empresa, ya que su principal función es analizar la información financiera registrada y brindar apoyo para la toma de decisiones más acertadas en relación a los costos, gastos e ingresos. De esta manera, se logra un mejor control de la información financiera, lo que contribuye al crecimiento económico de tu empresa.

Entender la importancia de la información contable Primero, el empresario debe comprender que la información contable de su empresa es fundamental para tomar decisiones financieras a corto, mediano y largo plazo. Un servicio que se limite a llevar registros, declarar impuestos y preparar estados financieros para la Cámara de Comercio no le brindará valor agregado a la empresa. Aunque genera información para la DIAN, el empresario no sabrá con certeza si su operación es rentable o no. En contraste, al contratar un asesor contable, el empresario tendrá orientación profesional constante, seguimiento periódico de sus indicadores financieros, recomendaciones para controlar y mejorar sus operaciones, y una planificación financiera y tributaria adecuada. De esta manera, el empresario podrá mantener un control efectivo de su compañía y tomar decisiones acertadas y oportunas.

Según la ley, las empresas deben contar con un revisor fiscal en determinadas situaciones. Esto se aplica a las sociedades por acciones, las sucursales de compañías extranjeras y las sociedades donde la administración no corresponde a todos los socios, si así lo solicita un grupo de socios que represente al menos el 20% del capital. Además, es obligatorio tener un revisor fiscal en todas las sociedades comerciales, independientemente de su naturaleza, cuyos activos brutos al 31 de diciembre del año anterior sean iguales o superiores a 5,000 salarios mínimos, o cuyos ingresos brutos del año anterior sean iguales o superiores a 3,000 salarios mínimos. Por lo tanto, si una empresa cumple con estos requisitos, está legalmente obligada a contar con los servicios de un revisor fiscal. Ciertas organizaciones, además de las sociedades privadas, también deben contar con un revisor fiscal: las empresas de servicios públicos, las propiedades horizontales mixtas o comerciales, las cajas de compensación familiar, los fondos ganaderos, las asociaciones de autores y gremiales agropecuarias, los fondos mutuos de inversión, las cámaras de comercio, las asociaciones y fundaciones de utilidad pública, las instituciones educativas no oficiales, las empresas comunitarias y las corporaciones autónomas regionales.

La gestión de la nómina es una de las tareas más complejas para los empresarios, ya que conlleva numerosas obligaciones legales al contratar personal. Un proveedor externo de nómina se encargará de manera eficiente de todos los trámites relacionados con el personal, como afiliaciones a entidades, procesamiento mensual de la nómina, cálculo de prestaciones (primas, vacaciones, cesantías, etc.). De esta manera, el empresario se libera de lidiar con los aspectos legales y administrativos de la nómina, pudiendo enfocarse en las operaciones clave de su negocio.